La capital del Pirineo aragonés es el destino ideal para los que busquen montaña, ocio, patrimonio o gastronomía. Estas son solo algunas razones por las que elegir Jaca como destino de vacaciones o lugar para comprar tu segunda residencia.
La Peña Oroel, vista desde el Edificio CaMMino, es la montaña de referencia en la zona y una de las excursiones más populares. Hay diversas rutas para su ascenso de diferentes niveles de dificultad. Las increíbles vistas al Pirineo desde su Cruz hacen que la caminata valga la pena.
Jaca es el final de la primera etapa del Camino de Santiago en el tramo aragonés (popularmente conocido como Camino Francés). Multitud de esquiadores la eligen como “campamento base” por estar a 40-45 minutos de las pistas de esquí de Astún, Candanchú, Formigal y Panticosa.
Escalada, parapente, paseos a cabello, descenso por tirolinas, rafting y barrancos, paintball, patinaje sobre hielo… Son algunas de las actividades y deportes de aventura que se pueden practicar en Jaca y alrededores.
El románico jaqués tiene un gran peso en la zona: la Catedral de Jaca, San Adrián de Sasabe o la iglesia de Santa Cruz de la Serós son sus principales monumentos. Pero si hay un edificio representativo de Jaca es la Ciudadela. Esta fortaleza con forma pentagonal de estrella de cinco puntas es uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar en España.
A solo 30 minutos está en Monasterio de San Juan de la Peña, joya histórica del Antiguo Reino de Aragón que alberga el Panteón Real de los reinos de Aragón y Navarra.
La gastronomía es uno de los platos fuertes de Jaca. Ir por las tascas y restaurantes de su casco histórico es un recorrido desde la cocina tradicional aragonesa hasta la más vanguardista. Destacan sus dulces y chocolates y el uso de los productos de la tierra: huerta, setas y trufa.
Su variada oferta de servicios y actividades unida a su enclave privilegiado, hacen de Jaca uno de los puntos del Pirineo más solicitado para la compra de una vivienda.